La reunión Israel-Estados Unidos: ¿Para cuándo se espera la respuesta de Hezbolá?

Por Elijah J. Magnier: @ejmalrai

Traducción: Diego Sequera

La última vez que el Jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, el general Mark Milley, visitó Israel fue poco antes del asesinato del mayor general Qassem Soleimani en el aeropuerto de Bagdad. El general Milley revisitó Israel hace unos días atrás y se reunió con el ministro de defensa Benny Gantz, el jefe del estado mayor Aviv Kochavi, y el Director del Mossad, Yossi Cohen. La visita, que duró unas cuantas horas en el contexto de “enfrentar a Irán y sus aliados en el Medio Oriente, en especial la amenaza que supone el Hezbolá libanés”, pudiera anunciar un verano aún más “caliente”. El tma fue Irán, pero también la peligrosa escalada entre Hezbolá e Israel. Israel retiró sus fuerzas a lo largo de la frontera libanesa y desplegó brigadas de tanques y artillería. ¿Es este un acto de intimidación o apenas precaución? ¿Estados Unidos e Israel se preparan para iniciar una guerra y cambiar las reglas del enfrentamiento? ¿Son estas medidas defensivas u ofensivas? ¿Y cuándo responderá Hezbolá al elegir un objetivo de las Fuerzas de Defensa Israelíes para eliminarlo? 

El lunes, Israel abrió fuego contra movimientos sospechosos en las Granjas de Shebaa bajo ocupación, donde resultó ser la aprehensión de los propios soldados israelíes más el exceso de procedimientos de seguridad desplegando tropas en la frontera. Es inevitable que un ejército nervioso, esperando ser atacado, sabiendo que su gobierno aceptará las pérdidas y pasará la página, abra fuego contra un enemigo inexistente. Hezbolá dijo que “Israel estaba disparando contra un enemigo imaginario y asumirá la responsabilidad de los daños a viviendas libanesas durante el fuego de artillería sobre territorio libanés, provocado por el miedo a una respuesta de Hezbolá”. La organización culminó el comunicado diciéndole a Israel: “Esperen por el castigo. 

A pesar de lo vergonzoso del incidente, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dio la orden de que “todos los ministros deben evitar que salga cualquier información sobre el evento”. Netanyahu también manifestó que “hará responsable a Líbano y Siria de cualquier ataque”, y que está “listo para responder si sus soldados son atacados”. Eli Cohen, el Ministro de Inteligencia, dijo que “cualquier acción que viole nuestra soberanía se enfrentará con una respuesta poderosa. Le recomendamos a nuestros enemigos que no nos pongan a prueba”. Avi Kochavi, el Jefe del Estado Mayor, visitó la frontera y le dijo a los comandantes de la Brigada 91 (reforzada por la Brigada Golani), que se preparan para cualquier posible operación de respuesta, que “las tensiones continuarán en los próximos días; Hezbolá responderá antes del Eid al-Adha”, celebrado por los musulmanes el próximo jueves. 

Las palabras de Kochavi son pura especulación: de hecho, la decisión de responder está en manos de Hezbolá, no en las de Israel. El Jefe de Estado Mayor está intentando darle seguridad a los soldados israelíes de que el estado de alerta, con ellos escondidos dentro de sus barracas, no durará mucho más. De acuerdo a una fuente bien informada, la respuesta de Hezbolá no se guiará de acuerdo a la cronología de Kochavi; 

Al enviar el mensaje a través de la UNIFIL, Israel no sólo reconoció la superioridad de Hezbolá sino que ya perdió definitivamente el equilibro disuasivo, probablemente para siempre. Israel admitió que es incapaz de imponer sus propias reglas de combate y que está siendo sometido al equilibrio de terror impuesto por Hezbolá. La intensificación de vuelos de drones y aviones de combate israelíes es un esfuerzo psicológico para disuadir a Hezbolá de atacar “cómodamente”, y para evitar que se recaliente la línea del frente. No obstante, hablando desde décadas de experiencia, la fuente considera que “cuando la decisión de atacar a Israel sea tomada, todas estas medidas serán liquidadas”. 

Por ahora, Hezbolá decidió permanecer en silencio.