Siria lanzó un misil hacia Israel: ¿llegó la hora de saldar las cuentas?

Por Elijah J. Magnier

Traducido por Eli C. Casas

El sistema de defensa aérea de Siria, ubicado cerca de la capital del país en Damasco, lanzó un misil cuando los aviones israelíes sobrevolaban los Altos del Golán ocupados y bombardeaban objetivos del ejército sirio cerca de la zona montañosa. El misil sirio cayóa 30 kilómetros del reactor nuclear israelí más protegido y secreto de Israel, Dimona, en el Negev. La distancia entre Damasco y el emplazamiento nuclear de Dimona es de 296 km, lo suficientemente larga como para que sorprenda la insuficiencia del sistema de defensa de interceptación israelí. ¿Fue esta la prometida represalia iraní por el ataque de sabotaje israelí al reactor nuclear de Natanz,o un simple misil errante?

Los medios de comunicación israelíes y el portavoz del ejército israelí restaron importancia al suceso, describiendo el misil como un “S-200 (SA-5) tierra-aire errante“. Llama la atención que el sistema de intercepción más sofisticado de Israel no lograra derribar dichomisil. Otros recordaron un enfrentamiento similar en 2019, cuando un misil antiaéreo sirio errante alcanzó el norte de Chipre. El exministro de Defensa Avigdor Liberman aprovechó para criticar al primer ministro Benamin Netanyahu, al que acusó de “estar dormido durante el turno de noche” y no interceptar el misil sirio.

Ciertamente, es inusual que Israel no ofrezca pruebas de un misil lanzado contra uno de sus lugares más sensibles. Una aleta o un motor del misil habrían permitido determinar si se trataba de un misil SA-5 de 1967 o de un misil superficie-superficie Fateh-110 iraní de 2012 -que Siria fabrica con el nombre de M-600-, como afirmó un general de la IRGC iraní. Si la versión iraní es veraz, cabe pensar que el misil era un “mensaje” sirio-iraní que transmite que ha llegado el momento de saldar la cuenta pendiente. Esto ha provocado la reacción de los israelíes que piden que se les diga la verdad sobre el misil lanzado desde Siria y sobre la explosión en la fábrica de motores de misiles de defensa Tomer, en las afueras de la ciudad de Ramle.

El misil tierra-aire SA-5 tiene 10,8 metros de longitud, con ondas de radio, sistemas de guía de vuelo por infrarrojos y alas de maniobra aerodinámica. Los aviones modernos pueden evitar este viejo misil soviético que derribó un F-16 israelí en 2018. Cuando el misil alcanza su límite y no logra destruir el objetivo, está equipado con aparatos de autodestrucción para explotar antes de llegar al suelo. Por el contrario, el Fateh-110, de 8,9 metros de longitud, es un misil superficie-superficie guiado por satélite. Sólo la tercera (Fateh-110 bloque 3) y la cuarta generación (Fateh-110-D1) de Fateh tienen un alcance de 300 km. El Fateh-110-D1 de cuarta generación (Fateh Mobin) dispone además de un sensor de imágenes infrarrojas para el guiado térmico. Tanto Siria como el Hezbolá libanés están equipados con el Fateh-110.

Israel afirmó que el misil lanzado desde Siria explotó en el cielo, aunque las imágenes compartidas en las redes sociales mostrabanuna potente explosión en tierra. Sin embargo, los israelíes confirmaron que el misil no fue interceptado. Por lo tanto, la idea de una explosión en el cielo tras más de 250 kilómetros de trayectoria parece excluida, ya que el misil alcanzó unos 266 kilómetros de alcance antes del impacto.

La conclusión evidente es que Israel quiere evitar una escalada con Siria e Irán. La versión de un “misil errante” es conveniente. Al ofrecer varias versiones contradictorias, Israel quiere dejar atrás este suceso y evitar los detalles. Sigue siendo una humillación que un misil tierra-aire de 1967 haya logrado colarse y haya evitado todos sus misiles de interceptación, recientemente mejorados.

Si Israel hubiera optado por la versión Fateh-110, significaría que la decisión de disparar el misil provino del propio presidente Bashar al-Assad, enviando un mensaje claro a Israel conforme ha llegado la hora de la venganza. Además, también habría implicado un altonivel de sintonía entre Siria e Irán, donde ambos aliados tienen un interés común en tomar represalias contra las numerosas violaciones de la soberanía de Israel. Para Irán, sería una respuesta al sabotaje israelí de Natanz. Esta versión pone en aprietos al primer ministro Netanyahu, cuyos más de 1.000 ataques contra Siria no lograron los objetivos de Israel.

Enviando un mensaje unificado, Siria e Irán están demostrando a Israel que son fuertes aliados. El sistema israelí Iron Dome parece definitivamente un fracaso, ya que ofrece poca protección cuando se lanzan múltiples misiles desde diferentes lugares contra Israel en tiempo de guerra.

Estados Unidos también optó por una versión suave, adoptando convenientemente la versión SA-5: El comandante general del CENTCOM, Franck McKenzie, culpó a la “incompetencia” de Siria por el “misil errante” para restar importancia al suceso, añadiendo que no creía que fuera “un ataque intencionado”. Estados Unidos no está de humor para dejarse arrastrar por Israel a un ajuste de cuentas y tiene otras prioridades. Además, Israel es el agresor y lleva años bombardeando ilegalmente Siria. Los múltiples intentos israelíes de estropear el acercamiento entre Estados Unidos e Irán están exasperando a la nueva administración estadounidense.

Para el presidente Bashar al-Assad, la versión de McKenzie también es conveniente. Por supuesto, Siria no puede comparar su arsenal con la moderna capacidad militar israelí, en la que Israel y Estados Unidos invierten anualmente miles de millones de dólares para mantener la superioridad militar sobre los ejércitos de Oriente Medio, sin imponer activamente la disuasión. Sin embargo, un misil corto es suficiente para concienciar a Israel de que su continua violación de la soberanía siria puede llevar un día a un escenario en el que los misiles iraníes inunden el cielo israelí, y que su moderno sistema de interceptación no pueda con todo.

Todas las partes están contentas con la borrosa versión israelí-estadounidense del suceso. A Israel y a Estados Unidos les aterra creer que un reactor nuclear (Dimona) se ha convertido en un objetivo fácil incluso para un misil antiguo. Se trata de una disuasión estratégica que fue enviada a Israel por un misil “errante”. Parece claro que se acerca la hora de la venganza. Israel es vulnerable.

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