Los graves desafíos de Irak: Estados Unidos, Irán, ISIS más “dificultades para formar” gabinete

Por Elijah J. Magnier: @ejmalrai

Justo en el momento en el que el país está siendo gobernado por un Primer Ministro encargado, Adel Abdul Mahdi, y el recién electo Mustafá al-Kadhemi (boicoteado por muchos grupos políticos poderosos) está luchando por formar su gabinete, el grupo terrorista ISIS está aumentando sus ataques en varias provincias iraquíes. La mayoría chií ha pedido que se retiren las fuerzas estadounidenses mientras que los kurdos y suníes quieren que se queden, y en su lugar piden por la salida de al Hashd al-Shaabi o Fuerzas de Movilización Popular (FMP), parte de las fuerzas de seguridad del país. ISIS está probando la preparación militar de la seguridad y está aprovechándose de las diferencias domésticas severas entre todos los partidos políticos, sabiendo que el país está enfrentando dificultades financieras y que tiene que lidiar también con una pandemia. El país está en crisis y la presión es abrumadora. 

El ISIS está al tanto de las brechas de seguridad en varias partes de Irak, en particular alrededor de las montañas Hamrin en la provincia de Salahuddin, Jurf al-Nasr (sur de Bagdad) en la provincia de Babil, Jalawla y Baqubah en la provincia de Dyala, en la provincia de Kerbala en Wadi Houran, y a lo largo de la frontera con Siria en la provincia de al-Anbar. Desde hace un mes, el ISIS ha estado hostigando a las fuerzas de seguridad, en particular a las FMP, enfrentándolos para probar su grado de preparación y agotar sus recursos. También está estableciendo falsos puntos de control con hombres vestidos con uniformes del ejército para arrestar y asesinar a hombres de las zonas tribales. Esto está ocurriendo en las áreas suníes, donde los líderes políticos le están pidiendo a las FMP que se retiren de sus provincias y que los Estados Unidos se queden en Irak. Estados Unidos, con un timing perfecto, ha cesado su colaboración en materia de inteligencia con las fuerzas iraquíes. 

El ISIS conoce el desierto y la mentalidad de la gente que vive en esas provincias. También parece estar consciente del cese de colaboración entre Estados Unidos y las fuerzas iraquíes, donde los drones del país son insuficientes para cubrir estas provincias y recolectar suficiente inteligencia sobre los movimientos e intenciones del ISIS. De este modo, las fuerzas iraquíes han pasado de una posición preventiva a una defensiva, mientras que el ISIS pasa de ser cazado a ser el cazador en muchas provincias. Es de conocimiento común que las fuerzas iraquíes tienen dificultades para controlar los 599 kilómetros de frontera entre Irak y Siria, por donde cruza el ISIS con sus fuerzas principales y sus equipos. 

Muchos de los militantes del ISIS de alguna manera lograron escapar de una cárcel siria administrada por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) de los kurdos, socio de los estadounidenses, en la ciudad nororiental de Hasaka, una prisión que retenía a entre 11.000 y 12.000 terroristas capturados en el campo de batalla. Estos fugados parecen estar al tanto de la existencia de un punto de encuentro para reunirse con el resto de los grupos que todavía andan sueltos entre ambas fronteras. De acuerdo a fuentes en la inteligencia iraquí en Bagdad, muchos de ellos se unieron a células durmientes en diferentes provincias; otros fueron dados de baja o capturados por las fuerzas de seguridad en los últimos ataques. 

El ISIS es capaz de emprender ataques sorpresa e insurgencia pero no ha logrado controlar nuevo territorio, a pesar de la violencia de sus ataques, los mayores desde 2017. Recientemente intentó controlar la ruta petrolera al este de Tirkit aislando el norte de la sureña ciudad de Tikrit en la provincia de Salahuddin atacando Mukeshefah y Samarra. ISIS apunta a retomar algo de control sobre recursos financieros (petróleo) y ha estado concentrando fuerzas que vienen por tierra y por el río Tigris. El ISIS aprovechó la presencia de la Policía Federal: lamentablemente no es capaz de enfrentarse a militantes irregulares de la misma manera que podrían las bien entrenadas brigadas anti-terroristas o las FMP. Mientras muchos líderes políticos suníes le piden a los Estados Unidos que se queden, muchas tribus en Salahuddin le están pidiendo al Primer Ministro que envíe al Hashd (FMP) a sus pueblos y ciudades como presencia permanente luego de los reiterados ataques del ISIS.

El asesinato de los comandantes Qassem Soleimani y Abu Mahdi al-Mohandis llevaron a Irak a exigirle a Estados Unidos que se fuera del país. Las fuerzas estadounidenses cesaron su colaboración en inteligencia y agendaron una reunión para el 6 de junio para iniciar un diálogo sobre la relación estratégica entre ambos países, pero no para organizar su salida. Luego de la decisión vinculante del parlamento de ver a las fuerzas estadounidenses fuera de Irak, consecuencia de las decisiones destructivas de Washington de violar la soberanía iraquí en contradicción con el acuerdo con Bagdad firmado en 2014, estas fuerzas ya no están ofreciendo apoyo de ningún tipo sin que hayan concesiones políticas del liderazgo iraquí. 

El Primer Ministro le pidió al Hashd al-Shaabi que interviniera contra el ISIS dada su prolongada experiencia en guerra de guerrillas. Sin embargo, el Hashd carece de cobertura aérea debido a la coordinación lenta e ineficiente entre su comandancia en el terreno y la Fuerza Aérea de Irak. Esta deficiencia le está permitiendo al ISIS resistir por más tiempo en el campo de batalla, además que contribuye a aumentar las bajas del Hashd.

El ISIS está jugando con las diferencias Estados Unidos-Irak y Estados Unidos-Irán en Mesopotamia. También está demostrando un alto grado de preparación y capacidad militar para contra-atacar y agotar a las fuerzas de seguridad. Sin embargo, el Hashd al-Shaabi también ha exhibido determinación para derrotar al grupo y forzar su retirada en varios frentes.  La comandancia iraquí necesita encontrar recursos que no sean estadounidenses para retomar el momentum, y apoyarse en eso para ofrecer vigilancia y apoyo armado con drones para sus operaciones terrestres y sus servicios de inteligencia. Tal vez Rusia e Irán puedan llenar el vacío que Estados Unidos está creando deliberadamente. De otra forma, Bagdad efectivamente podrá arreglárselas para repeler al ISIS, pero con muchas más pérdidas humanas, a menos que modifique su aproximación clásica y ofrezca una nueva estrategia de disuasión, mediante el esparcimiento de “ojos” en el cielo en las zonas más “blandas”, aquellas donde los militantes del ISIS se mueven con facilidad, en particular en la frontera sirio-iraquí y en el desierto de al-Anbar. Para eso, el país necesita un nuevo gobierno fuerte, desde luego no uno con un Primer Ministro encargado con autoridad limitada, y en un Primer Ministro novato incapaz de formar un nuevo gabinete y careciendo el apoyo de los diputados líderes de los grupos políticos.

El Sr. Abdul Mahdi le ha ordenado al Hashd al-Shaabi -las fuerzas de seguridad repetidamente bombardeadas por la fuerza aérea estadounidense, acusada de guardarle solamente lealtad a Irán- a desplegar sus fuerzas en las provincias donde el ISIS tenga más probabilidades de gozar de mayor presencia. Abdul Mahdi sabe que las capacidades e ideología del Hashd lo hacen más aptos que cualquier otra brigada para enfrentar al ISIS. Pero Abdul Mahdi no quiere permanecer en el poder y espera ansiosamente el entregarle el cargo a al-Kadhemi.

Sin embargo, los ex primeros ministros Nuri al-Maliki y Ayad Allawi rechazaron concederle su apoyo a al-Kadhemi y su gabinete porque algunos propusieron nombres que no eran parte del consenso. Al-Kadhemi es acusado de favorecer a los kurdos y suníes al darles espacio a sus candidatos pero desaprobando a los chiíes al imponerles nombres que son considerados inaceptables y una provocación para varios grupos. Se le ha pedido a al-Kadhemi que no elija nombres que sean inapropiados para los grupos chiíes, la calle, para Irán y Estados Unidos. Líderes políticos en Bagdad sugirieron que el nuevo candidato a Primer Ministro le pida a todos los partidos (kurdos, chiíes y suníes) que adelanten nombres de al menos tres tecnócratas y tres políticos por cada puesto que le corresponda en el gabinete (once para los chiíes, seis para los suníes, cuatro para los kurdos y dos para las minorías). Si no son adecuados para al-Kadhemi, puede pedir otro grupo de nombres. Pero lo que no puede hacer, dijo la fuente -porque esto le impediría ganar el apoyo parlamentario- es elegir tecnócratas de la cuota chií rechazados por muchos de los grupos chiíes, y otros nombres de políticos como los adelantados por los kurdos y los suníes. 

Aún más, Bagdad carece de un gobierno fuerte, y la deuda externa y los precios bajos del petróleo agravan de forma severa el déficit del país. Irak necesita 80 mil millones de dólares anuales pero su ingreso está por debajo de los 30 mil millones. En el medio de esta difícil situación, el coronavirus le agrega más presión a Bagdad, y las tensiones entre Estados Unidos e Irán le hacen daño al país. Ambos están combatiendo su propia guerra en suelo iraquí y cada lado quiere que el otro se vaya del país. El Hashd al-Shaabi es considerado como un enemigo de los Estados Unidos e Israel, y para Irán es esencial para mantener fuera a Estados Unidos y, para Irak, para proteger al país del ISIS. Los chiíes están divididos, así como los suníes y los kurdos. Y ahora, la gota que colma el vaso, el ISIS aumenta sus ataques, aprovechándose de este estado de las cosas caótico. Tomará un milagro que Irak sea capaz de mantenerse de pie pronto. 

Traducción: Diego Sequera

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