Un Cohete Provocó La Retirada Estadounidense: Detalles Del Acuerdo Ruso-Kurdo-Sírio

Screenshot 2019-10-13 at 13.16.51Elijah J. Magnier: @ejmalrai

Traducción de: Joel Hernàndez

 

El viernes pasado un obus de 155 mm explotó a 300 metros de un puesto de mando estadounidense cerca de la ciudad fronteriza síria de Ayn al-Arab (conocida entre sírios kurdos como “Kobane”) en medio de una operación lanzada por Turquía–estado miembro de la OTAN y aliado estadounidense. Esta operación tenía por objetivo desalojar, a unos 30-35 kilómetros de la frontera, a milicias kurdas del YPG, la rama síria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK, respaldadas por Estados Unidos
Las tropas turcas y sus aliados sírios habían avanzado rápidamente en la primera semana de operaciones militares al interior del territorio sírio ocupado por Estados Unidos, cortando las principales carreteras y esforzándose para aislar a sus enemigos.
Estos rápidos acontecimientos fueron suficientes para que saltaran alarmas que precipitaron al gobierno estadounidense a anunciar, mediante el Secretario de Defensa Mark Esper, la retirada de unas 1.000 tropas americanas del noreste de síria (NES). El fallecimiento de cualquier soldado americano hubiera prácticamente enterrado la campaña electoral del presidente estadounidense Trump en 2020. Francia y el Reino Unido, que también mantienen a grupos de operaciones especiales en NES, imitarán la salida estadounidense de Síria.Tropas sírias recibieron órdenes de desplegarse en NES mediante un acuerdo entre Rúsia y Turquía, y entre Rúsia y oficiales Sírios, que garantiza la seguridad de los kurdo-sírios separatistas.

El Presidente sírio Bashar al-Asad se comprometió a garantizar la seguridad de los kurdos siempre que éstos se integren a la fuerzas de seguridad nacionales. No pusieron más condiciones los kurdos sobre la mesa, habiéndo perdido impuslo con la repentina retirada estadounidense. Damasco prometió que no habría venganza ni rencor hacia los kurdos que, desde hace años, les sirvieron de escudos humanos a las fuerzas de ocupación americanas que se mantuvieron en Síria a pesar de la derrota del Estado Islámico.
El acuerdo ruso-kurdo consiste en el desplegamiento del ejército sírio al largo de toda la frontera con Turquía y la devolución de todos los yacimientos de hidrocarbonos a fuerzas controladas por el gobierno sírio. Estos yacimientos son de importancia vital para el gobierno sírio, que sufre bajo duras sanciones estadounidenses i europeas. Dichas sanciones le privaban de cualquier importación de petróleo, aparte del petróleo crudo de Irán, cuyo superpetrolero había conseguido evadir el bloqueo.

El acuerdo inicial entre los kurdos y Damasco (via Rúsia) conlleva la clasura de la autonomía de NES, la integración de los kurdos sírios bajo el comando del ejército sírio, y el perseguimiento y destrucción de todas fuerzas restantes del Estado Islámico.

También se anticipa la retirada estadounidense del paso fronterizo de al-Tanaf entre Irák i Síria, una vez se les haya econtrado una solución a los 64.000 refugiados en el campo de Rukhba.

Todos los incentivos que aún le ofrecía a Estados Unidos mantener fuerzas de ocupación en Síria se han desvanecido: el ‘peligro iraniano’ ya no existe, por causa de la reapertura del paso fronterizo de al-Qaem. Consecuentemente, mantener a tropas estadounidenses en la frontera cuando ya no permanecerán tropas ‘adversas’ le costaría innecesariamente a Trump i le mantendria innecesariamente responsabilizado.Claramente, el empeño en mantener a tropas estadounidenses en Síria hasta que se haya acordada una nueva constitución ya ni interesa ni preocupa a Estados Unidos. Trump le deja este problema a Rúsia i a Turquía a gestionar (con el apoyo de Irán!) con el presidente Asad.

Sancionar ahora a Síria carece de motivo, y evitar el acercamiento de otros países árabes tampoco aparece ya justificable. Todos los países árabes — con la excepción de Catar — expresaron su solidaridad con el presidente Asad i condenaron la invasión turca. El regreso del mundo árabe facilitará una fundación robusta para la reconstrucción de Síria. El mercado sírio es atractivo para los países árabes, i este contaco comercial les permitirá ejercer de nuevo influencia en Oriente Medio. Al presidente Asad no le importa pasar página a la guerra y inaugurar una relación renovada i positiva con los países del Oriente Medio, y les permitirá un grado de influencia, tal como ya ocurría antes del 2011.

Las sanciones contra Irán han perdido su sentido i su función con la resurgencia de actividad en Al-Tanaf y en el paso fronterizo de al-Qaem. Las exportaciones iranianas encontrarán su encaje el el mercado sírio, i vice versa. Se ve venir el resurgir del eje Teherán-Bagdad-Damasco-Líbano.

Trump anunció su retirada sin avisar a sus aliados. La asociciación entre Estados Unidos y la Union Europea, sobre el terreno, se ha descompuesto. La credibilidad estadounidense esta en su punto más bajo debido a su trato hacia los kurdos, que defendieron a las tropas de Trump a cambio de un Estado, “Rojava.”

Las sanciones estadounidenses hacia Turquía fueron simples palabras sin fundamento. Trump amenazó de sancionar a Turquía si esta última cruzara una línia roja, pasado 35 kilómetros–solo para proclamar una retirada sin cuartel dos días después.

El empuje de la élite estadounidense de demonizar a Rúsia se ha descompuesto: Moscú se ha erigido como ángel de guardia de los kurdos, trahicionados por Estados Unidos. Los partidarios de los kurdos, que apoyaban fanáticamente a los kurdos y rogaban su salvación de la exterminación turca, ya no podrán dirigir ni sus cañones, ni sus plumas hacia Rusia. Llegan los rusos, con Asad de la mano, a salvarlos.

El Krémlin esta ganando terrerno en el Oriente Medio, perfeccionando sus artes diplomáticas en un complicadísimo rincón del mundo, del que Estados Unidos huye. Moscú abre los brazos a aquellos mismos kurdos que eligieron durante años el abrazo de Estados Unidos. Hábilmente, ell presidente Vladimir Putin ha conseguido establecer buenas relaciones tanto con Irán i Arabia Saudí, con Asad i con Israel, con Hezbollah, i con los rebeldes sírios, y hasta con Turquía.Hay muchos ganadores en Síria hoy, y entre ellos se encuentra Trump–que huye evitando siniestros (tal como lo prometió en su campaña electoral). Los kurdos son los únicos que de verdad pierden, ya que perdieron a 11.000 personas a cambio de un estado cuya anhelada fundación solamente lograron soñar. A pesar de que apostaron, desastrosamente, la quiñela equivocada (la americana), a fin de cuentas salvaron su piel cambiando de patrón.

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