Nuevas reglas de intervención entre Siria e Israel tras el cambio de posición de Rusia

Elijah J. Magnier: @ejmalrai

Traducción: Raúl Jimeno

Siria adoptará una nueva regla de intervención con Israel ahora que Rusia ha adoptado una postura más dura y clara sobre el conflicto entre Israel y el “Eje de la Resistencia”. A partir de ahora, Damasco responderá a cualquier ataque israelí. Si daña un objetivo militar específico, responderá con un ataque contra un objetivo similar en Israel. Los responsables de la toma de decisiones en Damasco dijeron que “Siria no dudará en golpear un aeropuerto israelí si el aeropuerto de Damasco es atacado por Israel. Esto será con el consentimiento de los militares rusos que están en el Levante “.

Esta decisión política siria se basa en una posición clara adoptada por Rusia en Siria tras el derribo de su avión el 18 de septiembre de este año. En 2015, cuando los militares rusos aterrizaron en Siria, informaron a las partes involucradas (es decir, a Siria, a Irán, e Israel) que no tenían intención de interferir en el conflicto entre ellos y Hezbolá y que no se interpondría en el camino de los aviones de Tel Aviv que bombardean los convoyes militares de Hezbolá en su camino hacia el Líbano o los almacenes militares iraníes no destinados a la guerra en Siria. Este fue un compromiso para seguir siendo un espectador si Israel golpea los objetivos militares iraníes o los convoyes de Hezbolá que transportan armas a Hezbolá desde Siria a Líbano, dentro del territorio sirio. También informó a Israel que no aceptaría ningún ataque contra sus aliados (Siria, Irán, Hezbolá y sus aliados) involucrados en la lucha contra el ISIS, al-Qaeda y sus aliados.

Israel respetó la voluntad de Moscú hasta principios de 2018, cuando comenzó a atacar las bases iraníes y los almacenes militares sirios, sin embargo nunca atacó una posición militar de Hezbolá. Israel justificó su ataque contra la base iraní, una instalación militar llamada T4, al afirmar que habían enviado aviones no tripulados (drones) sobre Israel. Tel Aviv consideraba la violación de la soberanía de sus vecinos como una prerrogativa exclusiva. Damasco e Irán han respondido con al menos el derribo confirmado de un F-16 israelí. Israel comenzó a atacar los almacenes sirios, principalmente donde se almacenaban misiles iraníes. Irán ha repuesto cada almacén destruido con otros misiles de precisión más sofisticados capaces de alcanzar cualquier objetivo en Israel.

Sin embargo, la neutralidad de Rusia con Israel en el Levante ha tenido un alto coste. Ha perdido más que Irán, especialmente después del derribo de su IL-20, y con él, 15 oficiales altamente cualificados para usar los sistemas más avanzados de comunicación y espionaje.

Fue entonces cuando Rusia envió a Siria sus deseados misiles S-300 y los entregó al ejército sirio, aunque ellos mantendrán la coordinación electrónica y el control del radar. El S-300 representa un peligro para los aviones israelíes pero solo si estos violan el espacio aéreo sirio. Tel Aviv ha mantenido sus aviones fuera de Siria desde septiembre pasado, pero lanzó misiles de largo alcance contra un par de objetivos.

Durante muchos meses el presidente ruso Vladimir Putin se negó a recibir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Solo después de insistir mucho, Putin finalmente aceptó reunirse brevemente con Netanyahu durante una comida en una reunión de Jefes de Estado, sin aceptar ningún compromiso o reconciliación. Rusia ahora ha tomado una posición clara y no tiene la intención de ceder lo más mínimo en beneficio de Israel. Rusia sintió que su generosidad (mirando para otro lado ante las acciones de Israel en Siria) no fue reconocida ni apreciada por Tel Aviv.

Esta semana, Moscú aceptó recibir una delegación militar israelí encabezada por el General de División Aharon Haliva, tras la insistencia de Israel de romper el hielo entre los dos países. Sin embargo, no se espera que la posición de Rusia cambie en Siria y no se tolerará ningún bombardeo israelí de objetivos sirios o iraníes.

Según estas fuentes, “Rusia ha informado a Israel de que hay oficiales rusos presentes en todas las bases militares sirias o iraníes y que cualquier ataque contra los objetivos sirios o iraníes también afectaría a las fuerzas rusas. Putin no permitirá que sus soldados y oficiales sean atacados por el bombardeo directo o indirecto de Israel”.

Además, Rusia ha dado luz verde a Siria, según fuentes, para atacar a Israel en cualquier momento, siempre y cuando los aviones de Tel Aviv lancen ataques contra objetivos militares sirios o lancen misiles de largo alcance sin sobrevolar Siria (por miedo a los S-300 y para evitar ver sus aviones derribados sobre Siria o el Líbano).

La misma fuente confirma que Siria, contrariamente a lo que afirma Israel, ahora tiene los misiles más precisos que pueden golpear cualquier objetivo dentro de Israel. Las fuerzas armadas sirias han recibido, pero no desvelado, misiles de largo y mediano alcance de Irán. Estos funcionan en el sistema GLONASS, la abreviatura de Sistema Global de Navegación por Satélite, la versión rusa del GPS. Por lo tanto, la entrega de Irán y la fabricación de misiles dentro de Siria (y el Líbano) han sido completadas. Israel, sin embargo, afirma que ha destruido la capacidad de Siria para lanzar misiles, incluida la utilizada por los misiles entregados por Irán. Según la fuente, Damasco controla una gran cantidad de misiles de precisión, a pesar de los destruidos por Israel. “En Irán, los elementos más baratos y accesibles son el Sabzi y los misiles”, dijo la fuente.

La nueva regla de intervención siria, según la fuente, es ahora la siguiente: un aeropuerto será atacado si Israel golpea un aeropuerto, y cualquier ataque a un cuartel o centro de comando y control tendrá como resultado un ataque a un objetivo similar en Israel. Parece que la decisión viene desde arriba y ahora se ha establecido un claro “banco de objetivos”.

Las reglas de intervención están cambiando y la situación en el escenario levantino es cada vez más peligrosa; donde todavía son posibles confrontaciones regionales e internacionales. Oriente Medio no estará callado a menos que termine la guerra siria, una guerra en la que las dos superpotencias, Europa, Israel, Jordania, Arabia Saudí y Qatar, han desempeñado papeles esenciales. Los capítulos finales aún no han sido escritos.

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