Escrito por – Elijah J. Magnier:
El atentado contra un centro estratégico de la inteligencia israelí (el Mossad) en Erbil, en el Kurdistán iraquí, no fue un acontecimiento ordinario por el momento en que se produjo y el anuncio de dicho ataque, que conmocionó a Israel y al mundo. Irán está imponiendo nuevas ecuaciones de disuasión y sus mensajes estratégicos que “golpearán al pulpo israelí en la cabeza” vuelan en múltiples direcciones.
El “Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní” (CGRI) reivindicó la autoría del bombardeo de un centro del Mossad en el norte de Irak, en respuesta a una operación de seguridad no anunciada -que no se había hecho pública- contra el CGRI en Kermanshah, el 12 de febrero. Fuentes iraníes afirmaron que en el atentado murieron cuatro agentes del Mossad y siete resultaron heridos, según la información que recibieron de los hospitales de Erbil.
El anuncio del CGRI del lanzamiento de doce misiles “Fateh-110” guiados con precisión, cada uno de los cuales transportaba 300 kg de explosivos, contra un gran edificio residencial privado en una zona de seguridad cercana al Consulado de Estados Unidos en Erbil tiene muchos objetivos.
Irán no tomó represalias el pasado mes de febrero ante el ataque israelí que nunca se había anunciado contra el CGRI. En cambio, esperó un mes antes de responder, en un momento en que el acuerdo nuclear entre Irán y Estados Unidos estaba en su fase final. Irán envió el mensaje de que su seguridad nacional no es negociable y de que no le preocupan las posibles repercusiones en las negociaciones de Viena.
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