Invasión terrestre de Gaza: La lucha de Israel por un objetivo imposible.

Por Elijah J. Magnier:

A medida que se intensifica la invasión terrestre de Gaza, los objetivos estratégicos de Israel siguen envueltos en la ambigüedad y la incertidumbre. Lanzada desde múltiples direcciones, la incursión subraya el compromiso de Israel con un enfoque multifacético. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su miniconsejo de guerra, que incluye al ministro de Defensa, Yoav Galant, y al líder de la oposición, Benny Gantz, siguen mostrándose reacios a anunciar formalmente el inicio de la operación.

Varios factores contribuyen a esta reticencia. El primero y más importante es el temor a que no se alcancen los objetivos declarados de la invasión. Netanyahu, que ya está luchando con el atolladero estratégico creado por la resistencia palestina el 7 de octubre, está ansioso por gestionar esta crisis al tiempo que minimiza las bajas y los contratiempos israelíes y se encubre a sí mismo del fracaso de su gobierno y de sus servicios de seguridad. Hay mucho en juego y el desarrollo de los acontecimientos en Gaza configurará sin duda el panorama geopolítico de la región durante los próximos días.

La anatomía de la planificación de una guerra: De la concepción a la ejecución

En el intrincado mundo de la estrategia militar, la formulación de planes de guerra es un proceso meticuloso impregnado de capas de análisis y preparación. Cuando los mandos del Estado Mayor preparan el escenario para una operación, primero definen sus condiciones, su justificación subyacente y sus objetivos. Esta fase inicial marca el tono de lo que sigue.

Tras esta fase fundacional, la atención se centra en la movilización de las fuerzas. Esto implica reunir a las tropas, garantizar un flujo constante de suministros logísticos, organizar el apoyo de fuego, almacenar municiones y organizar el alojamiento del personal. El periodo previo a la crucial “hora cero” -el momento en que comienza la operación- es de anticipación y planificación meticulosa.

Los estrategas determinan la dirección de los ataques primarios y de distracción. Sopesan las ventajas de lanzar ataques en múltiples frentes, teniendo siempre presente la posible necesidad de ajustar los planes en función del éxito de la operación y de la resistencia de las defensas del enemigo. Las consideraciones clave incluyen determinar la extensión del avance, asegurar los flancos y garantizar la protección de los flancos.

Una parte integral de esta planificación es el uso de tácticas de distracción. Éstas pueden ir desde intensos bombardeos previos hasta intentos de desembarco y penetración en zonas alejadas de los ejes principales de ataque. Entablar combate con el enemigo, incluso en escaramuzas menores, puede proporcionar una información inestimable sobre su preparación y sus debilidades potenciales.

En esencia, cada etapa, desde la planificación inicial hasta la ejecución final, es un testimonio de la intrincada coreografía de la guerra, en la que se calcula cada movimiento, se evalúa cada riesgo y se anticipa cada resultado.

Entre bastidores: Las silenciosas maniobras bélicas de Israel y el cálculo político

Durante la última semana, el ejército israelí ha estado realizando maniobras de guerra encubiertas que subrayan la reticencia de los dirigentes políticos a declarar públicamente el inicio de una ofensiva. Estas discretas maniobras sirven a varios propósitos, el más importante de los cuales es recalibrar y preparar psicológicamente a las tropas…

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