
Bruselas – por Elijah J. Magnier:
Es demasiado pronto para saber si Europa cambiará pronto su rumbo y su política hacia Rusia si Moscú continúa la guerra en Ucrania cuando el Presidente Vladimir Putin declare el control total de las cuatro regiones que anunció que se unirían a Rusia tras el referéndum. Este control significaría que la OTAN, que ha estado librando la guerra desde detrás de Ucrania y suministrándole todo el material militar y la planificación de inteligencia, ha sido derrotada. Sería un duro golpe para Estados Unidos, que no ha logrado el objetivo que prometió a Europa de paralizar la economía rusa, hacer caer los precios del petróleo y el gas y derrocar al presidente Putin. Esto alzaría las voces de una oposición del pueblo y los partidos europeos contra los dirigentes de la UE y podría hacer caer varias cabezas dentro de la Unión Europea. La Presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, no elegida pero oficialmente designada, y el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, son fáciles de sacrificar. Han sido elegidos o se han ofrecido voluntarios para representar la punta de lanza en la guerra de Rusia contra Estados Unidos, que está golpeando duramente a la economía y la industria europeas.
En una reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, Stoltenberg reveló que Ucrania está utilizando una cantidad de munición que supera la productividad de los treinta Estados miembros juntos y ha agotado las reservas de todos los países implicados. Se trata del primer reconocimiento por parte de la OTAN de la ferocidad de la guerra y de la admisión de la inexactitud de la información proporcionada por los miembros de la OTAN en los últimos meses de la guerra, según la cual era Rusia la que se estaba quedando sin municiones y su situación militar era crítica.
Pero a la primera señal de debilidad en las filas de los aliados, o de reticencia a suministrar ciertas armas letales como tanques y reactores, los dirigentes estadounidenses se apresuran a tranquilizar a los nerviosos socios europeos. El general Mark Milley, comandante del Mando de las Fuerzas Conjuntas de Estados Unidos, afirmó que “Rusia ha perdido la guerra desde el punto de vista estratégico y práctico, la OTAN nunca ha sido tan fuerte y Rusia se ha convertido en un Estado paria”.
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