Uno de los resultados de la guerra ruso-estadounidense: África rebelándose contra el imperialismo.

Por Elijah J. Magnier: 

Tras la guerra ruso-estadounidense, los acontecimientos que se están desarrollando en el continente africano señalan una rebelión significativa contra el control imperialista debido al impacto más amplio de la guerra en el panorama geopolítico mundial. 

La guerra entre Occidente y Rusia en suelo ucraniano sigue su curso y aún está por ver su desenlace. Sin embargo, sus efectos se dejan sentir en varios frentes. El primero de ellos es el importante coste económico que ha supuesto para el continente europeo, cuyos líderes optaron por implicarse en una guerra sin beneficios tangibles. 

Una consecuencia notable del conflicto ha sido el surgimiento de una rebelión contra la prolongada dominación unilateral estadounidense del mundo. Esta rebelión no habría arraigado de no haber sido porque el Presidente ruso Vladimir Putin aceptó audazmente el desafío y se implicó activamente en el conflicto que Washington había preparado meticulosamente para Moscú. 

Un resultado esencial de este cambio ha sido el desafío público de los países africanos contra el dominio occidental. Estas naciones han alzado la voz contra las décadas de explotación, agotamiento de recursos, pobreza abyecta y corrupción rampante que han dejado tras de sí las potencias imperialistas. El vasto continente africano, con una población de más de mil doscientos millones de habitantes, posee considerables recursos naturales, como el 40% de las reservas mundiales de oro, el 30% de diversos minerales, el 90% de platino y cromo, el 12% de petróleo y el 8% de gas natural. 

La región ha experimentado importantes cambios políticos en respuesta a la agitación mundial. Los golpes militares en la región africana del Sahel, concretamente en Guinea (2021), Mali (2021) y Burkina Faso (2022), han supuesto el ascenso al poder de oficiales militares de origen pobre y de clase media. Como consecuencia, estos gobiernos recién formados han anunciado su intención de crear su propia unión, distinta de la que se hizo en 1960. 

Francia, que tenía una importante presencia en África, fue expulsada de la mayoría de los países tras estos golpes militares. Sólo Níger, que suministra entre el 20% y el 30% de las necesidades de uranio de Francia, y Chad, donde Francia tiene bases militares, han mantenido una presencia militar francesa.  

El pasado mes de abril, Chad expulsó al embajador alemán, Jean-Christian Gordon Crick, porque había criticado al jefe del Estado, el general Mohamed Deby, hijo del líder…

 

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