
Por Elijah J. Magnier
El implacable bombardeo israelí de la ciudad de Gaza continúa sin cesar, atrayendo la atención del mundo, especialmente de las naciones occidentales que históricamente han apoyado a Israel. Este apoyo continúa a pesar de los abusos contra los derechos humanos de los palestinos musulmanes y cristianos y de las violaciones percibidas de las resoluciones de la ONU y del derecho internacional. De hecho, las acciones de Israel van más allá de la guerra y sugieren motivos de limpieza étnica y castigo colectivo contra la población civil de Gaza. La firmeza de Israel en sus operaciones se debe a su confianza en el apoyo inquebrantable de Occidente, en particular de Estados Unidos. Este apoyo permite a Israel atacar infraestructuras civiles, incluidos lugares de culto, escuelas, hospitales y centros comerciales, sin repercusiones internacionales. Aunque la invasión terrestre de la ciudad asediada se retrasó en un principio debido a las “condiciones meteorológicas”, informes posteriores indicaron que EE.UU. estaba instando a Israel a aplazarla, posiblemente para perfeccionar las estrategias para “derrotar a Hamás”, como han declarado algunos funcionarios. La cuestión es si los esfuerzos combinados de la alianza israelí-estadounidense pueden lograr realmente sus objetivos comunes en la región.
La actitud de Occidente, y de EE.UU. y la UE en particular, ha sido y sigue siendo un factor importante en el conflicto actual. Históricamente, EEUU ha proporcionado a Israel ayuda militar, cobertura diplomática y apoyo político. Esta alianza está arraigada en intereses estratégicos compartidos, lazos históricos y objetivos geopolíticos mutuos. Sin embargo, este apoyo inquebrantable ha sido criticado a menudo por observadores internacionales que creen que anima a Israel a actuar sin temor a las repercusiones mundiales, especialmente en el bombardeo indiscriminado de Gaza durante los últimos 15 años. La matanza israelí de palestinos en Cisjordania está lejos de ser subestimada.
De hecho, el conflicto actual ha agravado la crisis humanitaria en Gaza. Al ser atacados objetivos de infraestructuras como hospitales, escuelas y servicios públicos, la población civil se enfrenta a una masacre colectiva y a unas condiciones humanitarias terribles. Las agencias internacionales han dado la voz de alarma sobre la posibilidad de que se produzca un desastre humanitario a gran escala si continúa el conflicto, ya que Israel ha fijado un objetivo desafiante para su operación militar.
El objetivo declarado de los funcionarios israelíes de “derrotar a Hamás” y “eliminar a todos los palestinos” es complejo. Muchos palestinos ven a Hamás como un movimiento de resistencia contra la ocupación israelí. El reto para la alianza israelo-estadounidense es cómo neutralizar la amenaza que supone Hamás sin alienar aún más a los civiles palestinos o al mundo árabe en general, que se rebela contra el doble rasero de Occidente y su apoyo incondicional a Israel. Pero los retos para lograr este objetivo son considerables:
- La población civil: Gaza es una de las zonas más densamente pobladas del mundo, con 2,3 millones de personas viviendo en menos de 360 kilómetros cuadrados. Cualquier operación militar corre el riesgo de causar un elevado número de víctimas civiles, lo que provocaría la condena internacional y posibles repercusiones legales.
- Implicaciones geopolíticas: Una operación a gran escala en Gaza podría tener implicaciones regionales más amplias, atrayendo potencialmente a otros actores e intensificando el conflicto. Ya están implicados grupos de resistencia en Líbano, Irak y Yemen.
- Preocupaciones de reocupación: Si se desaloja a Hamás del poder, se plantea la cuestión de quién gobernaría Gaza. Un vacío de poder podría provocar una mayor inestabilidad o el surgimiento de grupos más radicales decididos a resistir al ocupante.
- La opinión pública: La opinión pública desempeña un papel vital en Israel y en Estados Unidos. Las operaciones militares prolongadas con un elevado número de víctimas civiles pueden provocar reacciones violentas a nivel nacional e internacional. El gobierno de extrema derecha de Benyamin Netanyahu ya se enfrenta a duras críticas internas e internacionales.
¿Continuará Estados Unidos su apoyo ilimitado a Israel a pesar de los crímenes cometidos por el ejército israelí?
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